Aborto: la discusión maldita
Facultad Libre, edición digital, 2020.
El aborto, ¿ es fruto de la libertad? ¿En qué condiciones podría llamarse «libre» a una mujer que lo decide? ¿Existe acaso alguna situación en la que abortar voluntariamente consista en actuar libremente?
Abortar es un verbo: hay alguien que actúa, una mujer que lo hace movida por la violenta irrupción de un embarazo que no buscó pero que, sobre todo, no quiere continuar y que la compele a tomar una decisión también violenta. La voluntad, su voluntad, no es libre.
Esta mujer está entre la espada y la pared: ni quiere tener un hijo ni quiere abortar. Le está vedado batirse en retirada, quisiera no haberse embarazado, quisiera perderlo espontáneamente. Como en muchas otras cosas de la vida, decide hacer algo que no quiere. Signifique para ella una experiencia traumática o solamente desagradable, su situación tiene un sesgo trágico. Como en las tragedias antiguas, todos llevan parte de razón y todos pierden algo.
Lo trágico no es lo justo contra lo injusto, dijo Amos Oz. Lo trágico es lo justo contra lo justo.