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Aborto: la discusión maldita.

 

Aborto: la discusión maldita

Facultad Libre, edición digital, 2020.


El aborto, ¿ es fruto de la libertad? ¿En qué condiciones podría llamarse «libre» a una mujer que lo decide? ¿Existe acaso alguna situación en la que abortar voluntariamente consista en actuar libremente?

Abortar es un verbo: hay alguien que actúa, una mujer que lo hace movida por la violenta irrupción de un embarazo que no buscó pero que, sobre todo, no quiere continuar y que la compele a tomar una decisión también violenta. La voluntad, su voluntad, no es libre.

Esta mujer está entre la espada y la pared: ni quiere tener un hijo ni quiere abortar. Le está vedado batirse en retirada, quisiera no haberse embarazado, quisiera perderlo espontáneamente. Como en muchas otras cosas de la vida, decide hacer algo que no quiere. Signifique para ella una experiencia traumática o solamente desagradable, su situación tiene un sesgo trágico. Como en las tragedias antiguas, todos llevan parte de razón y todos pierden algo.

Lo trágico no es lo justo contra lo injusto, dijo Amos Oz. Lo trágico es lo justo contra lo justo.

 

 

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Ensayos, Novedades

Más acá del bien y del mal. Por un feminismo imposible

Más acá del bien y del mal. Por un feminismo imposible

Buenos Aires, Red Editorial, 2019.


 

Las herramientas del amo nunca
desmontarán la casa del amo.
Audre Lorde

Un sobreviviente sirve para otra guerra;
una víctima no sirve para nada.
Anónimo


El comienzo fue un vendaval. Por motivos que tengo menos claros de lo que creía, me acerqué al feminismo. Fue a comienzos de los 80. Desalentada por la manera de vivir y juzgar la vida entre los militantes de las organizaciones de izquierda que resistían a la dictadura militar, junto a Horacio Tarcus comenzamos a explorar otras experiencias. Descubrimos en la militancia francesa nacida en Mayo del 68 y en la izquierda catalana de la revista El Viejo Topo todo un mundo de diálogos entre marxismo crítico y feminismo. Creímos que otra izquierda era posible y nos sumergimos en ese universo de lecturas. Puedo reconocer disposiciones más personales, experiencias adolescentes que me empujaron a la vida a través de la muerte, o tal vez que mi madre quiso que no fuera como ella. Decidí acercarme al feminismo y entré al primer grupo que conocí. Alternativa Feminista era un grupo relativamente nuevo, que por lo que pude entender en ese momento provenía de otro cuyas serias diferencias políticas llevaron a que se dividiera. Eran los últimos meses de 1984 y propuse editar una revista para el inminente 8 de marzo. Desde hacía años participaba en la ronda de los jueves de las Madres de Plaza de Mayo y al entrar en contacto con el feminismo, estas mujeres, que eran la vanguardia de la lucha contra el terrorismo de estado, se convirtieron de algún modo para mí en un interrogante. Pensé entonces escribir un artículo sobre ellas. Algunas en el grupo intentaron disuadirme: las Madres son “piolas” políticamente pero, desde el punto de vista feminista, son “reaccionarias” ya que defienden la maternidad y el rol de madres, decían. 

Yo no estaba interesada en atacar ni defender ni a las Madres ni al feminismo ni a la maternidad, y principalmente porque las Madres me resultaban un acontecimiento —extraordinario en principio para ellas mismas— busqué el poco material que había disponible. En esos días en que estaba al acecho, un editorial del diario La Nación me iluminó. El escriba decía: “las Madres de Plaza de Mayo ejercen un terrorismo sentimental”. De repente, vi. Vi cómo en esa frase se encarnaba la consigna feminista “lo personal es político”, aunque fuera con una valoración negativa. No se trataba de elegir entre esto y aquello: por primera vez sentí que estaba pensando. A pesar del título que le puse —“Las Madres de Plaza de Mayo o cómo quitarle la careta a la hipocresía burguesa”— que hoy miro con benevolencia y hasta simpatía, fue el primer artículo feminista sobre las Madres que salió en el país, y no solo aquí. Hoy veo que si el título hablaba de hipocresía, el texto contaba una paradoja: sin ser las Madres de Plaza de Mayo feministas, en la práctica ponían en acción un poder femenino de transformación de la política. 

 

No sé si es preciso aclarar que las Madres, un puñado de mujeres, se enfrentaron a la dictadura militar sin lo que entonces se llamaba formación política. Los militantes de izquierda decían que ellas “tuvieron bolas”, les resultaba incompatible que pudieran enfrentar a los milicos de turno sin ese atributo. El poder de otro poder les resultaba no sólo inconcebible, sino una ofensa a su virilidad. Era tan radical la experiencia de las Madres, tan paradójica, tan disruptiva respecto de las prácticas políticas tradicionales, que ni la militancia de izquierda ni la feminista alcanzaban a incorporarla. Era ineludible a la vez que indigerible. 

Prefacio completo de Más acá del bien y del mal: publicado por Revista Anfibia (click acá)

Libro disponible en la tienda de Red Editorial: click acá.


 

Algunas notas y entrevistas alrededor del libro:

El aborto entre el derecho y la política
Entrevista en el programa Después de la deriva, Radio FM La Tribu, Buenos Aires.

Laura Klein: los desafíos de los feminismos hoy

Canal Abierto.

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Ensayos

Antología ensayística publicada en Río de Janeiro.

 

Fornicar e matar e Outros Ensaios
Editorial Circuitos, Colección Nomadismos, Rio de Janeiro 2017.

LAURA KLEIN OU A PAIXÃO DO PENSAMENTO

Por Teresa Arijón

 

Reuni minhas armas
daí em diante enegrecidas
porque não estou grávida –recordei
para a eternidade.
Como havia pensado antes. Antes.
Assim e tudo tenho fome e sede.
Os víveres, de acordo com os velhos rudimentos,
sempre estão perto.
Vou por mais.

Laura Klein, La comedia de los panes

Uma madrugada fria em Buenos Aires, no bairro do Once –éramos as únicas paroquianas naquele bar minúsculo e extemporâneo com mesas de fórmica cinza – a inescrutável María Moreno, com um tom que oscilava entre o categórico e o confessional, disse sobre Laura Klein: “Ela é filósofa”.

A palavra filósofa ficou martelando na minha cabeça, porque naquele momento –princípio dos anos 1990, nossa segunda (ou terceira?) “década infame” do século XX – eu conhecia a Laura como poeta (já havia publicado A mano alzada, título muito significativo) e fundadora/integrante de algumas revistas-faróis dos anos 1980: Xul, Praxis, Alternativa feminista

Uma trajetória paralela ainda que não afim a minha, com meus poemas pizarnikeanos e meu rol de cofundadora da 18 whiskys. Mas se me faço presente agora (e de imediato me retiro) é porque me une a Laura o pertencimento a uma geração marcada – assinalada, sinalizada – pelo rastro e pelo sangue dos desaparecidos: as 30.000 vítimas do terrorismo de Estado na Argentina. Uma geração que “saiu para o mundo” imediatamente depois deles; de fronteiras confusas, algo descontínuas,  à que o silêncio que tentaram impor – que de fato impuseram à força ao conjunto da sociedade – não conseguiu calar. E porque creio que Laura Klein era naqueles anos, e continua sendo, uma das vozes mais sonoras, mais singulares, mais pensantes e mais aguerridas de nosso meio.

Corredora de grandes distâncias às vezes e, em outras, velocista capaz de alcançar Usain Bolt, Klein é das que se apresenta nas batalhas em todas as frentes. E quase sempre ganha.

Inevitável desgressão (ou conjunção) rastrear a essas damas que, com fúria e com delicadeza, foram tecendo o tecido forte e sutilíssimo das mulheres filósofas: uma categoría, um fulgor wittgensteiniano, uma autarquia que ainda briga por maior visibilidade e aponta seus raios e centelhas – seu conhecimento e sua práxis –contra o ainda sólido edifício do patriarcado, que por sorte começa a ruir.

Muitas delas, quase todas, ativistas voluntárias ou forçosamente desterradas da rachada torre de marfim. Será que nós, as mulheres, não podemos –agora, antes, ainda- deixar de ser ativistas? A logógrafa Aspásia de Mileto; Hipárquia de Maronea –que soube levar a vida de “filósofa vadia” e cuja morte foi homenageada com a Kynogamia; festa anual que celebra a incorporação da mulher à filosofia cínica -; Hipátia de Alexandria, a primeira astrônoma; Mary Wollstonecraft e Margaret Fuller; Flore Tristan, na mesma estatura de Charles Fourier com suas teorias; e mais recentemente Zambrano, Arendt, Kristeva, Langer, Beauvoir, Weil… As que poderiam se somar neste resplendor de pólvoras, aquelas que foram religiosamente vestidas de monjas e/ ou santificadas (Teresa de Ávila, Juana de Asbaje y Ramírez –para separá-las da humanidade comum destinando-as a um hipotético céu que “habilitava” o conhecimento –a capacidade de pensar –para aquelas que durante séculos não tivemos alma (tiveram que passar vários concílios do Vaticano para obtê-la) e ainda hoje somos empaladas, mutiladas, enterradas vivas e apedrejadas em alguns lugares do planeta, e em outros mais “ocidentalmente” civilizados, caladas e mortas de distintas, horrorosas, obliquamente consentidas maneiras. Mas esse é outro tema, ou o mesmo? 

Laura Klein é poeta. E seu olhar –quando digo “olhar” penso em John Berger e nas letras traçadas com urgência, como quem captura o voo de um colibri em repouso; ou melhor ainda: esse instante fugaz, excepcional, do colibri em repouso -, e seu olhar de poeta traz em seus ensaios rigorosíssimos, a partir do conceitual, um modo de discorrer que os torna mais próximos, mais perto do coração do fruto e do ouvido dos leitores.

No ano de 2012, Klein deu um seminário chamado O conhecimento como invenção. Cinco leituras de Édipo. Para sua apresentação em público, escreveu: “Édipo quer saber a verdade, mas não qualquer nem por amor à verdade. Para a confluência da investigação com o destino. Há algo que segue nos inquietando nesta história que navega, entre a inocência e a culpa, na cultura do Ocidente. (…) Toda leitura, forte ou fraca, é uma ´má leitura´, disse Harold Bloom; as fortes não pretendem ser genuínas, produzem outras interpretações. (Esses mal-entendidos são a matéria com as quais o animal humano inventa conhecimento. “

Como “má leitora” que se preze, Laura captura esse material maleável do mal-entendido e inventa conhecimento em seus ensaios plurais, pulsantes, pulsados. Escritos onde a linguagem também dança, como queria Nietzsche, e dança a “outra” língua –a alteridade ocupa um espaço de fundação na obra de Klein -; onde as Mães da Praça de Maio encarnam/ descarnam /desencarnam a paixão de Antígona no século XX; onde o aborto é abordado como “objeto de debate ético, não de política pública” e se convida a pensar que “uma decisão trágica não e uma escolha livre”. Valentes e certeiras, gozosamente felizes –ali onde a felicidade também é dor – tentativas de fuga das prisões binárias. 

Neste livro apresentamos apenas alguns ensaios, escolhidos pela própria poeta e filósofa, não na forma de um florilégio nem de um panóptico, mas sim de um panorama: essa paisagem que é ampla e contínua, e que é alcançada pela vista apenas como um instante, um presságio, uma intuição. 

Buenos Aires, março de 2017.


INDICE

I.

  • Dos ventres escravizados aos ventres alugados. A relação do capital/trabalho na prostituição e na barriga de aluguel.
  • A expulsão da morte. Paradoxos entre novas tecnologias reprodutivas e aborto. 
  • Antígonas do século XX? Mito e política nas Madres de Plaza de Mayo. 

II.

  • Não foi fácil escrever este livro.
  • Fornicar e matar — O problema do aborto. Prefácio.
  • Uma decisão trágica não é uma escolha livre
  • Dublê de corpo. A ambiguidade da gravidez.
  • Poderes e direitos.
  • Fora do campo de batalha. Entrevista por Flor Monfort.


III.

  • A Bíblia como espólio dos vencedores e outras estratégias de discriminação.
  • Jedwabne, a vergonha dos poloneses. Entrevista por Luis Bruchstein.
  • Perdoem a vocês mesmos. Jedwabne, Polonia, 10 de julho de 1941 — Uma intervenção poético-política.
  • Dançar a outra língua. Uma infância entre imigrantes.
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Fornicar y matar – El problema del aborto

Escribió Sartre en el prólogo a Los condenados de la tierra: este libro es peligroso, no les habla a sus enemigos sino a sus compañeros. Fanon es peligroso: aumenta la distancia entre los condenados y sus opresores, quiebra ese diálogo siempre represivo. Muchos de los modos en que se presentan las defensas del aborto legal no son peligrosos: intentan convencer al enemigo, pillarlo en flagrante contradicción, demostrar su mala fe.

En 1994, en un programa televisivo, un grupo de profesionales discutía encarnizadamente acerca del aborto. Unos opinaban que es un crimen porque los no nacidos son tan humanos como los nacidos y con igual derecho a la vida, de modo que no habría diferencia entre abortar y asesinar. Otros replicaban que no es la biología lo que otorga valor a la vida humana, y que abortar no es equiparable a matar una persona. El debate era áspero pero con fundamentos; los invitados mostraron un gran caudal de conocimientos científicos, datos de investigaciones sociológicas e interpretaciones políticas y éticas.

En un segundo plano, apartadas del centro de la escena, unas cuantas mujeres callaban y escuchaban. Eran las que venían a atestiguar de sus abortos. Ellas habían sido invitadas también para hablar, pero no para decir lo que pensaban sino para testimoniar lo que habían hecho. Subido ya el tono de la controversia, la animadora del programa se dirigió a estas mujeres y les preguntó qué opinaban acerca de lo que se estaba discutiendo. Una de ellas respondió, mientras las demás asentían: “No entiendo de qué están hablando”.

No entiendo de qué están hablando: la frase refleja perplejidad más que incomprensión. Estas mujeres se negaban a reducir su experiencia a los términos con que los expertos pretendían explicarla. Para ellas, el conflicto no era definir al ser humano sino decidir si tendrían o no un hijo. Cada una, en distintas circunstancias, había tenido relaciones sexuales con un hombre, se había quedado embarazada y había decidido abortar. Los intereses políticos o las definiciones de la ciencia en ese momento quedan eclipsados. Es que la experiencia de abortar está tan lejos del debate de ideas, que las mujeres que
abortan no se reconocen en los términos de esa controversia donde unos las amonestan por criminales y otros las perdonan por ignorantes. De modo que, aquellas que podrían, con la razón que asiste a la experiencia, llamarse “expertas” no son consideradas como tales por nadie, ni siquiera por ellas mismas.

(…)

Abortar es una experiencia compleja que hay que pensar cada vez y su sentido es ambivalente incluso para quien lo decidió. La pregunta por el sí o el no al aborto no invita a la reflexión. Cualquier respuesta deja fuera la experiencia, definida por el conflicto entre no querer abortar y no querer tener un hijo. Sobre esta problemática hoy cada uno se forma una posición personal y todos nos sentimos —y estamos— autorizados a opinar.

Saber de nadie, materia para todos, en el cruce de las verdades de la moral, la ciencia, el derecho y la filosofía, abortar nos habla de sexo, de vida y de muerte. Legal o clandestino, el aborto significa decidir sobre una vida posible, no darla a luz. Es en ese sentido que todos somos sobrevivientes del aborto.

Prefacio completo: click acá.

El libro Fornicar y Matar fue reeditado, bajo el título: Entre el crimen y el derecho,
por las editoriales Booket (2013 y 2018, Buenos Aires) y Ediciones Plural (2013, Bolivia). Y fue presentado en La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en abril 2013. Oradores: Ingrid Beck (04:42) / Darío Sztajnszrajber (13:43) / Cecilia Merchán (27:47) / Carlos Bigalli (49:22)/ Laura Klein (56:10).


 



ALGUNAS NOTAS SOBRE ESTE LIBRO

Pensamiento radical – por María Moreno –

Es mi Biblia sobre el aborto – por Darío Sztajnzrajber

Un libro de batalla – por Cecilia Merchán

Un asunto embarazoso – por Marta Dillon

La Biblia del aborto – por María Moreno –

Llueven sapos – por Huili Raffo –

Jedwabne – por Ernesto Semán

Tendría que venir con medicación – por Ingrid Beck

Un libro perturbador – por Angélica Gorodischer

Hay un dogmatismo de la fe abortista – por Dora Barrancos

Discutiendo en soledad mientras leía – por Marta Alanís

Sobre poderes y derechos – por Carlos Bigalli

Vivir y dejar vivir – por Marina Mariasch

Fornicar y matar, una experiencia de lectura – por Dahiana Belfiore

Sobre un libro de Laura Klein: Filosofar el aborto – por Fernando Molina –

Un libro que provoca remociones neuronales y emocionales – por Jenny Ibarnegaray

La primera vez que lo leemos nos deja perplejos – por Guadalupe Perez

ALGUNAS ENTREVISTAS

El aborto entre el derecho y la política / Radio FM La Tribu 

Laura Klein: «El aborto estuvo siempre prohibido por la condena sexual a la mujer» / Página 12 –

Aborto: la radicalidad de la experiencia / Revista Nueva Sociedad –

Laura Klein: «El debate sobre el aborto está muy lejos de la experiencia de la mujer que aborta» / La Vanguardia Digital –

«El aborto estuvo siempre prohibido por la condena sexual a la mujer» / Página 12 –

El cuerpo no cabe en el derecho / Revista Ñ –

Fuera del campo de batalla / Las 12 –

Fornicar y matar / MDZ Online –

De la moral sexual a la bioética / La Capital –

Lo negado / Revista Plan V –

Otro lugar para pensar el aborto / Página 12 –

Crimen o derecho, una charla sobre aborto / UNL –

Aborto / NOS Digital (audio) –

Entre el crimen y el derecho / La mar en coche (audio) –

«Incluso si el aborto es legal…» / Diario UNO, Santa Fe –

 


Otros artículos sobre el aborto:

El aborto: un desafío a la Democracia y a la Iglesia – Facultad Libre

El embarazo: gran ausente en el debate sobre el aborto – Revista Nueva Sociedad

Cuando el cuerpo decide – Página 12, 2013

Siete puntos para pensar el debate del aborto – El Desacuerdo. La Paz, Bolivia, 2013

El aborto y la Iglesia Católica – Página 12, 2005

La familia y el sexo en la iglesia – «El matrimonio es un nido para los pájaros que no pueden volar» – Sin Dioses, 2004

Desaparición del fenómeno del embarazo en el debate del aborto – Revista Independencias

Macri en una intervención desesperada – Página 12, 2012

El aborto no punible, punta del iceberg del malestar médico – Revista Inmanencia, 2013

El aborto como derecho humano, una defensa imposible – Revista Gandhi, 1998

Defender el derecho a la vida no es defender la vida – Página Siete, 2013

El ataque del presente al resto de los tiempos – MedPal (UNLP)

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