Escribió Sartre en el prólogo a Los condenados de la tierra: este libro es peligroso, no les habla a sus enemigos sino a sus compañeros. Fanon es peligroso: aumenta la distancia entre los condenados y sus opresores, quiebra ese diálogo siempre represivo. Muchos de los modos en que se presentan las defensas del aborto legal no son peligrosos: intentan convencer al enemigo, pillarlo en flagrante contradicción, demostrar su mala fe.
En 1994, en un programa televisivo, un grupo de profesionales discutía encarnizadamente acerca del aborto. Unos opinaban que es un crimen porque los no nacidos son tan humanos como los nacidos y con igual derecho a la vida, de modo que no habría diferencia entre abortar y asesinar. Otros replicaban que no es la biología lo que otorga valor a la vida humana, y que abortar no es equiparable a matar una persona. El debate era áspero pero con fundamentos; los invitados mostraron un gran caudal de conocimientos científicos, datos de investigaciones sociológicas e interpretaciones políticas y éticas.
En un segundo plano, apartadas del centro de la escena, unas cuantas mujeres callaban y escuchaban. Eran las que venían a atestiguar de sus abortos. Ellas habían sido invitadas también para hablar, pero no para decir lo que pensaban sino para testimoniar lo que habían hecho. Subido ya el tono de la controversia, la animadora del programa se dirigió a estas mujeres y les preguntó qué opinaban acerca de lo que se estaba discutiendo. Una de ellas respondió, mientras las demás asentían: “No entiendo de qué están hablando”.
No entiendo de qué están hablando: la frase refleja perplejidad más que incomprensión. Estas mujeres se negaban a reducir su experiencia a los términos con que los expertos pretendían explicarla. Para ellas, el conflicto no era definir al ser humano sino decidir si tendrían o no un hijo. Cada una, en distintas circunstancias, había tenido relaciones sexuales con un hombre, se había quedado embarazada y había decidido abortar. Los intereses políticos o las definiciones de la ciencia en ese momento quedan eclipsados. Es que la experiencia de abortar está tan lejos del debate de ideas, que las mujeres que
abortan no se reconocen en los términos de esa controversia donde unos las amonestan por criminales y otros las perdonan por ignorantes. De modo que, aquellas que podrían, con la razón que asiste a la experiencia, llamarse “expertas” no son consideradas como tales por nadie, ni siquiera por ellas mismas.
(…)
Abortar es una experiencia compleja que hay que pensar cada vez y su sentido es ambivalente incluso para quien lo decidió. La pregunta por el sí o el no al aborto no invita a la reflexión. Cualquier respuesta deja fuera la experiencia, definida por el conflicto entre no querer abortar y no querer tener un hijo. Sobre esta problemática hoy cada uno se forma una posición personal y todos nos sentimos —y estamos— autorizados a opinar.
Saber de nadie, materia para todos, en el cruce de las verdades de la moral, la ciencia, el derecho y la filosofía, abortar nos habla de sexo, de vida y de muerte. Legal o clandestino, el aborto significa decidir sobre una vida posible, no darla a luz. Es en ese sentido que todos somos sobrevivientes del aborto.
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El libro Fornicar y Matar fue reeditado, bajo el título: Entre el crimen y el derecho,
por las editoriales Booket (2013 y 2018, Buenos Aires) y Ediciones Plural (2013, Bolivia). Y fue presentado en La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en abril 2013. Oradores: Ingrid Beck (04:42) / Darío Sztajnszrajber (13:43) / Cecilia Merchán (27:47) / Carlos Bigalli (49:22)/ Laura Klein (56:10).
ALGUNAS NOTAS SOBRE ESTE LIBRO
Pensamiento radical – por María Moreno –
Es mi Biblia sobre el aborto – por Darío Sztajnzrajber
Un libro de batalla – por Cecilia Merchán
Un asunto embarazoso – por Marta Dillon
La Biblia del aborto – por María Moreno –
Llueven sapos – por Huili Raffo –
Jedwabne – por Ernesto Semán
Tendría que venir con medicación – por Ingrid Beck
Un libro perturbador – por Angélica Gorodischer
Hay un dogmatismo de la fe abortista – por Dora Barrancos
Discutiendo en soledad mientras leía – por Marta Alanís
Sobre poderes y derechos – por Carlos Bigalli
Vivir y dejar vivir – por Marina Mariasch
Fornicar y matar, una experiencia de lectura – por Dahiana Belfiore
Sobre un libro de Laura Klein: Filosofar el aborto – por Fernando Molina –
Un libro que provoca remociones neuronales y emocionales – por Jenny Ibarnegaray
La primera vez que lo leemos nos deja perplejos – por Guadalupe Perez
ALGUNAS ENTREVISTAS
El aborto entre el derecho y la política / Radio FM La Tribu
Laura Klein: «El aborto estuvo siempre prohibido por la condena sexual a la mujer» / Página 12 –
Aborto: la radicalidad de la experiencia / Revista Nueva Sociedad –
Laura Klein: «El debate sobre el aborto está muy lejos de la experiencia de la mujer que aborta» / La Vanguardia Digital –
«El aborto estuvo siempre prohibido por la condena sexual a la mujer» / Página 12 –
El cuerpo no cabe en el derecho / Revista Ñ –
Fuera del campo de batalla / Las 12 –
Fornicar y matar / MDZ Online –
De la moral sexual a la bioética / La Capital –
Lo negado / Revista Plan V –
Otro lugar para pensar el aborto / Página 12 –
Crimen o derecho, una charla sobre aborto / UNL –
Aborto / NOS Digital (audio) –
Entre el crimen y el derecho / La mar en coche (audio) –
«Incluso si el aborto es legal…» / Diario UNO, Santa Fe –